Hace unos días que el tema inseguridad ocupa gran parte de la plana de la prensa argentina. En momentos de máxima tensión política entre oficialistas y opositores ante las inminente elección de medio termino y después de una crisis (casi de gobernabilidad) entre el presidente Alberto Fernández y su vice Cristina Kirchner por el cachetazo en las urnas de las PASO.

Según las encuestas que dan otro duro revés al oficialismo, que se juega todo para mantener hegemonía en el poder legislativo. La economía no despega, la desocupación se acelera al igual que la inflación para la cual no hubo plan ni recetas, mas que emitir billetes y tratar de contener al sector social mas postergado, donde siempre busca el voto, y donde ahora parece piantarse.

A todo esto, se le suma otro gran revés. En los últimos días, la muerte de Lucas Cancino, un pibe de 17 años asesinado a sangre fría en Quilmes de una puñalada al corazón, puso en jaque a los ministerios de seguridad nacional y provincial. Es por estas horas que el Gobernador Axel Kicillof por medio de la prensa salió a despegarse de la inseguridad diciendo que «No pone presa a la gente ni la libera» haciendo alusión que es una responsabilidad exclusiva de la justicia. Esto ¿es tan literal? El sector político tiene tanta responsabilidad como el poder judicial, sobre todo, porque es el que previene y actúa cuando un acto delictivo se comete, mientras que la justicia está para juzgar. Sin olvidarnos que sobre todo, en los gobiernos kirchneristas, los jueces siempre están bajo la lupa de la sociedad por operar a favor del gobierno.

Tampoco podemos olvidarnos que existen varios casos que ponen en evidencia que las palabras del gobernador son solo un relato demagogo, ya que es falso que no los libera, si nos remitimos al famoso Vatayon Militante, que en el gobierno de Cristina, del cual el fue parte, dejaba salir de la cárcel a los presos para participar de actos proselitistas. Hablando del Vatayón Militante, su creador Víctor Hortel, apenas asumió Alberto Fernandez la presidencia, lo premió con el cargo del Plan Nacional Argentina Contra el Hambre, designándolo como director nacional de Coordinación y Proyección Normativa, dentro del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, que está a cargo de Victoria Tolosa Paz (hoy candidata como primera diputada por la provincia de Buenos Aires en el Frente de Todos).

Por otro lado el flamante ministro de Seguridad Nacional; Aníbal Fernandez, oriundo de Quilmes, declaró, ante el caso de Cancino, que se encuentran faltos de recursos. Palabras mas, palabras menos, antes de él, Sergio Berni Ministro de seguridad Bonaerense dijo exactamente lo mismo. Es la primera vez que se escucha a personas del color político gobernante, reconociendo que ¡no tienen recursos!. Si ellos no lo tienen, que le queda a la gente de pie para defenderse ante la ola de criminalidad que acecha a la Provincia de Buenos Aires.

Hace pocas horas, Sergio Berni, quien fue también ministro de Seguridad nacional de Cristina Kirchner en el ultimo mandato, se supo por boca de él que discutió fuerte con Máximo Kirchner y amenazó con irse del Frente de Todos diciendo que es un «Cachivache». La tensión que se vive en todos los sectores del gobierno, donde todos pelean contra todos, y donde la mayor oposición es interna, está dejando cada vez más en evidencia que la fragilidad institucional de este gobierno es más fuerte. Lo peor es que no hay vistas ni intenciones de recomponerlo, mientras que se avizora por todos los frentes, que de esta manera, si se mantienen en estas posturas, cada vez es más difícil sostener una gobernabilidad en los dos años que le quedan.