El gobierno, más precisamente, volvió a quedar expuesto en varios frentes. Mientras la sociedad, la opinión pública, opositores al gobierno e incluso los alineados, ya no solo hablan en voz baja, sino en cualquier lado y en voz alta, hablan de la carencia de poder del presidente que se derrumba en las encuestas y por su puesto en su credibilidad. Si hay algo que queda claro es que todos los intentos por mostrarse con autonomía de poder propio sin sentirse de prestado en la silla de Rivadavía, no sólo alcanzan, sino que todo lo que hace, pareciera ser improvisado, sin estrategia y todo, absolutamente todo sale al reves de lo que se propone y cada vez se encuentra en una encerrona que ya parece imposible salir.

 

Especialistas políticos y dirigentes de ambos lados coinciden que el presidente es un preso del Kirchnerismo, pero el kirchnerismo, más que nada Cristina necesita también de Alberto, porque es la única manera de mantenerse alejado de los escándalos judiciales y de corrupción. Todos sabemos que es un matrimonio divorciado, todos sabemos que es por conveniencia, se necesitan mutuamente. Pero siempre cabe la posibilidad de señalarse con el dedo; ella indicando quien es el que lo puso dentro de la Rosada. El mostrándole que no es sumiso a cualquier capricho. Queda claro, que en el ajedrez del poder, no solo cuentan los votos del pueblo, más bien la rosca política.

 

Pero el poder también se mide en lo que se dice, y en el bolsillo de la gente. El pasado 15 de marzo, Alberto, volvió abrir la boca, no fue inocente, y aprovechando el escenario internacional belicoso, por Ucrania y Rusia, dijo que le declaraba la guerra a la inflación, en una suerte de relanzamiento del gobierno, ya sería como el cuarto relanzamiento, todos sin suerte, este no fue la excepción. Se prometió precios cuidados, y el nuevo control de precios se llevó adelante con incrementos, arrancó fracasando. Febrero parecía el mes más temido por un aumento de inflación mayor a los 5 puntos, es por esto la frase del presidente que no fue mas que una trampera de su propia boca, hoy se conoce que la de marzo es más de 6,5 puntos. Lo único que le estaría saliendo bien, no se sabe hasta cuando, que el dólar paralelo baja semana tras semanas. 

 

En el horizonte no se esperan buenas noticias en el plano económico. Sabemos que Cristina sistemáticamente pide que ruede la cabeza de Guzman, Alberto sabe que si le gana la pulseada, su poder 100% quedará dilapidado y el golpe será más pronunciado. Los movimientos sociales (su mayoria) después de la aprobación del plan del FMI vienen marchando, cortando calles y acampando en la principal avenida del país. Es claro que ya los montos de los planes no alcanzan, pero tanto el Fondo como grandes economistas, saben que para parar la rueda inflacionaria, se necesita entre otras cosas parar con la maquinita de emitir papelitos de colores. Argentina hoy es el país latinoamericano con su billete de mayor nominación mas devaluado. Cuando se hablaba ironicamente de Argenzuela, por comparaciones con el gobierno de Maduro, hoy podriamos decir que no solo vamos a eso, sino que estamos peor. Nuestro pais registró mas inflación que el país caribeño.

 

No todo esta dicho, esta semana ya se habla que en terminos legales, Argentina no lograria con los objetivos propuestos del FMI en fecha pactada. Los privados modificaron sus porcentajes de inflación anual proyectada para diciembre 2022, de 55% a 59% siendo siempre optimistas. Volviendo a los acuerdos con el Fondo, en junio Guzman debería hacer un ajuste en los servicios públicos, Luz y gas, lo que indica que lo peor aun no paso, el mes de pico inflacionario, no sería Marzo. El mismo Secretario de Comercio Roberto Feletti aseguró que “magia no se puede hacer” además de indicar “esto se va a poner más feo”. Mientras tanto el gobernador de la provincia, Axel Kicillof salió en  varias oportunidades a hablar con la prensa, echando culpa a la guerra y por supuesto al FMI  que parece que “no entienden el castellano” y que la cosa se esta poniendo fulera en el conurbano. Esta semana que termina salieron a confirmar que saldrán por los barrios con ferias itinerantes para ayudar a los bolsillos de los vecinos, otra medida de cabotaje, como si no supiera que el problema es el gasto público. El banco Central se queda sin reservas, no tienen dólares para el gasoil del campo, que siempre es el que saca las papas del fuego, pero también falta para el gas, gas que no podemos extraer de nuestro suelo porque tampoco se hicieron inversiones y terminamos comprándolo a Bolivia a precios exorbitantes. como otras veces nos ha pasado comprar combustible a nuestro aliado Chavez.  

 

La realidad pareciera no tener retorno, nos acorrala, y como la presión social es casi insostenible, por planes sociales devaluados, sueldos que no llegan a fin de mes, se vuelve al sistemático “plan platita” con bonos, aumentos en la AUH, bonos a jubilados y paritarias eternas que no dejan de ser un paliativo temporal cada vez a mas corto plazo.