Este lunes, el gobierno de Javier Milei anunció una nueva ola de despidos en el sector estatal, generando una fuerte respuesta de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). La protesta frente al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) culminó con incidentes y detenidos. Según Manuel Adorni, vocero presidencial, 685 empleados del ex Ministerio de la Mujer fueron despedidos, sumándose a 282 contratos no renovados en el INTI.
Las protestas no solo se concentraron en el INTI. Manifestantes de ATE también se congregaron en la colectora de General Paz y Constituyentes, reclamando por los 2.300 despidos en diversas dependencias estatales. La situación se tornó violenta cuando la Policía de la Ciudad implementó el protocolo antipiquete, resultando en empujones, uso de gas pimienta y la detención de al menos dos personas. Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, denunció «detenciones ilegales» y calificó el operativo como desproporcionado.
La protesta también se replicó en la plazoleta ubicada en el cruce de las avenidas 9 de Julio y Belgrano, frente al Ministerio de Capital Humano, bajo un fuerte operativo de seguridad. Aguiar, en redes sociales, condenó los despidos, señalando que estos representan una pérdida de derechos para la población y un desmantelamiento de políticas públicas esenciales.
El ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, justificó las detenciones argumentando agresiones a policías y el uso de armas blancas por parte de los manifestantes. La situación refleja una creciente tensión entre el gobierno y los trabajadores estatales, en un contexto de ajuste y reestructuración del sector público.