En un reciente anuncio que ha generado inquietud entre los residentes de Lomas, Aysa (Aguas y Saneamientos Argentinos) ha comunicado el cierre de su oficina local, efectiva a partir del 15 de septiembre de 2024. Esta decisión, según la empresa, responde a una reestructuración interna y a la necesidad de optimizar sus operaciones.

El cierre de la oficina en Lomas implica que los servicios que antes se ofrecían en este centro, incluyendo la atención al cliente y la gestión de trámites relacionados con el suministro de agua y saneamiento, se trasladarán a otras sedes de la empresa. Aysa ha indicado que los ciudadanos podrán acceder a estos servicios a través de sus oficinas centrales y de una nueva plataforma en línea que se implementará para facilitar la gestión de trámites a distancia.

La empresa ha asegurado que la decisión de cerrar la oficina local busca mejorar la eficiencia operativa y adaptar la infraestructura a las nuevas tecnologías, permitiendo una gestión más centralizada y ágil de los servicios. Sin embargo, este cambio ha suscitado preocupaciones entre los habitantes de Lomas, quienes temen que el traslado a oficinas más distantes pueda resultar inconveniente y afectar la calidad de la atención que reciben.

Para mitigar el impacto del cierre, Aysa ha anunciado que se habilitarán canales adicionales de comunicación y asistencia, como una línea telefónica dedicada y un servicio de atención en línea mejorado. Además, la empresa ha prometido ofrecer apoyo y orientación a los usuarios durante el período de transición para asegurar que el cambio se realice de manera fluida y sin mayores inconvenientes.

El cierre de la oficina en Lomas también ha puesto de relieve la creciente tendencia de las empresas de servicios públicos de centralizar operaciones y adoptar soluciones digitales. Si bien esta estrategia puede aportar beneficios en términos de eficiencia y reducción de costos, también plantea desafíos para los usuarios que prefieren el trato personal y la proximidad de los servicios locales.

En respuesta a la situación, los residentes de Lomas han expresado su preocupación por la accesibilidad y la posible demora en la resolución de problemas o en la realización de trámites. Las autoridades locales y la empresa han instado a los ciudadanos a utilizar los nuevos canales de comunicación y a aprovechar los recursos digitales disponibles para gestionar sus necesidades relacionadas con el agua y el saneamiento.

En conclusión, el cierre de la oficina de Aysa en Lomas marca un cambio significativo en la forma en que la empresa gestionará sus servicios en la región. Mientras se implementan nuevas soluciones para la atención al cliente y la gestión de trámites, se espera que tanto la empresa como la comunidad trabajen juntos para garantizar una transición efectiva y mantener la calidad de los servicios esenciales en la localidad.