En la jornada del 24 de septiembre de 2024, un grupo de vecinos de Avellaneda se congregó frente a la sede de Edesur para expresar su descontento ante el incremento desmedido en las facturas de electricidad. La protesta, que reunió a numerosas personas preocupadas por el impacto económico que estas tarifas tienen en sus hogares, reflejó un descontento generalizado hacia la empresa proveedora de energía.
Los manifestantes denunciaron que las facturas han alcanzado niveles que califican de «impagables», lo que ha generado una crisis financiera en muchos hogares. Según testimonios recogidos durante la protesta, los aumentos no solo son desproporcionados, sino que también carecen de justificación clara, exacerbando la situación de vulnerabilidad económica que atraviesan muchas familias en la región.
Los vecinos demandaron respuestas concretas de Edesur y solicitaron a las autoridades competentes que tomen cartas en el asunto. La falta de información y la escasa atención a las necesidades de los usuarios fueron otros de los puntos críticos que se mencionaron en la manifestación.
Esta situación no es nueva para los habitantes de Avellaneda, quienes han enfrentado diversas problemáticas relacionadas con el servicio eléctrico en el pasado. Sin embargo, la actual crisis tarifaria ha llevado a la comunidad a unirse en un reclamo que busca ser escuchado por las autoridades y por la empresa proveedora de energía.
La protesta concluyó sin incidentes, pero dejó en evidencia la necesidad de un diálogo abierto entre la empresa y los usuarios, así como la urgencia de políticas que aseguren tarifas justas y accesibles para todos. Los vecinos afirmaron que continuarán movilizándose hasta que se logren soluciones efectivas que garanticen su derecho a un servicio esencial a un precio razonable.