La comunidad educativa de Brown se encuentra en estado de alerta ante la posibilidad del cierre de una sede de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNAB) y de una tecnicatura, como consecuencia de los recortes presupuestarios implementados por el gobierno de Javier Milei. Esta situación ha generado preocupaciones entre estudiantes, docentes y padres, quienes temen que estas medidas afecten gravemente el acceso a la educación superior en la región.

Según informes recientes, el recorte de fondos destinados a la educación pública ha llevado a la administración a evaluar la viabilidad de mantener ciertas instituciones y programas académicos. La sede de la UNAB en Brown, que ha sido un pilar fundamental para la formación de profesionales en la zona, se enfrenta a una inminente amenaza de cierre, así como algunas tecnicaturas que ofrecen formación técnica y profesional.

La comunidad educativa ha expresado su rechazo a estas medidas, argumentando que el acceso a la educación es un derecho fundamental y que cualquier recorte puede profundizar las desigualdades sociales y económicas en el país. Estudiantes y docentes han comenzado a organizarse para visibilizar su preocupación y exigir a las autoridades que reconsideren estas decisiones.

El impacto de un posible cierre sería significativo no solo para los alumnos que actualmente cursan sus estudios, sino también para futuras generaciones que dependen de la oferta educativa en la región. La sede de la UNAB ha sido un espacio clave para la capacitación y el desarrollo profesional, y su cierre representaría una pérdida irreparable para la comunidad.

En conclusión, la alerta por el posible cierre de una sede de la UNAB y una tecnicatura en Brown subraya la importancia de la educación pública y la necesidad de defender su financiamiento. La comunidad educativa continúa movilizándose para exigir una revisión de las políticas actuales, con la esperanza de preservar el acceso a la educación superior para todos.