El gobierno argentino ha implementado una importante reducción de impuestos para las compras realizadas desde el exterior, especialmente para aquellas que se efectúan en línea desde Estados Unidos. Esta nueva medida permitirá que los consumidores argentinos puedan ahorrar hasta un 40% en sus adquisiciones internacionales, especialmente en productos electrónicos, ropa y otros bienes populares.
La decisión responde a la necesidad de aliviar el impacto económico de los consumidores locales y fomentar el acceso a productos más económicos provenientes del mercado estadounidense. Además, la política apunta a mejorar las condiciones de compra en un contexto de inflación creciente, que ha afectado el poder adquisitivo de los ciudadanos.
El gobierno destacó que la reducción fiscal no solo beneficiará a los compradores particulares, sino también a las pequeñas y medianas empresas que dependen de productos importados. Sin embargo, se precisaron ciertos límites y condiciones para aprovechar este beneficio, como el cumplimiento de un monto máximo de compras y un proceso simplificado para la devolución de impuestos.
Expertos en economía y comercio internacional celebraron la iniciativa, señalando que este tipo de medidas podrían tener un impacto positivo en el consumo y la competitividad del mercado local, mientras que otros expresaron su cautela sobre los efectos a largo plazo para la balanza comercial y la economía nacional.