La tensión sigue creciendo, los reclamos de los gremios se escuchan con más fuerza y el Gobierno atraviesa una semana compleja, de cara a lo que seré el paro general convocado por la CGT (Confederación General de los Trabajadores).

En rigor, esta semana paran los trabajadores nucleados en ATE. La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ratificó el paro del 27 de marzo con movilización al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que dirige Federico Sturzenegger.

Además del reclamo salarial, ATE pelea por los numerosos despidos que el Gobierno ejecuta en la administración pública, a la que puso a prueba con exámenes de idoneidad. “No podemos esperar”, dijo Rodolfo Aguiar, en lo que se entendió como un mensaje a la CGT.

Por otro lado, el viernes siguiente podría haber otro paro, pero esta vez de transporte. Es que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) amenazó con la posibilidad de realizar un paro de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para el 28 de marzo, en caso de no alcanzar un acuerdo salarial en la audiencia programada para mañana.

la medida de fuerza convocada por la CGT, que se llevará a cabo el 10 de abril, ya se anunció la adhesión de la UTA, por lo que la paralización sería absoluta. “No se negocia”, aclaró la central obrera, descartando conversaciones en ese sentido con el Gobierno.

En la previa, las universidades públicas realizaron un paro de 48 horas por el desfinanciamiento y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores (tanto docentes como nodocentes). “Sin salarios dignos, no hay universidad de calidad”, advierte la Federación de Docentes de Universidades (FEDUN), que también dio cuenta de una “pérdida de más de 70 puntos del poder adquisitivo“.