El Cementerio de Disidentes de Lomas de Zamora, ubicado en Garibaldi 3578 de Llavallol, fue esta semana epicentro de un acto emotivo: la colocación de una placa azul QR, que permite a la comunidad conocer su rica historia

Esta iniciativa se inscribe en el proyecto “Cartografías Íntimas en Comunidad” de la Universidad de San Martín (UNSAM), CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y financiamiento de la Universidad de Bristol de Inglaterra, con apoyo del área de Patrimonio del Municipio de Lomas de Zamora.

Las placas azules son un sistema internacional de señalización de bienes patrimoniales, que en este caso incorpora códigos QR que llevan a la historia y características de cada uno de los bienes señalizados inscriptos en un circuito local de memoria.

“Fue un proyecto de recorrido de sitios de memoria que hicimos durante dos o tres años con chicos de escuelas públicas de Lomas”, precisó Bruno Cariglino, pero también contempló talleres y murales. “Esta es la etapa final, es dejar una huella en la comunidad”, remarcó.

La placa QR lleva a una página web con la historia de cada lugar, explicó Cariglino. Y no es la única del distrito. De hecho, ya se colocó en una el Cementerio Judío Ashkenazí y se colocarán en el ex Pozo de Banfield, el sitio de la Masacre de Budge, Santa Catalina y el ENSAM.

Estuvieron presentes por parte del proyecto Cariglino, Mónica Szurmuk, Francisca Ulloa y Gastón Bejas, y por parte del cementerio el presidente de la asociación sin fines de lucro que lo administra, Eduardo Colson y gran parte de la comisión directiva y personal, más invitados de la comunidad.

La historia del Cementerio de Disidentes se remonta al 1800. La llegada de inmigrantes generó una situación a la que había que darle respuesta: los disidentes no podía ser enterrados en los cementerios católicos. Se fundó en 1898 y en 1967 finalmente se creó la figura legal Asociación Cementerio Disidentes de Lomas de Zamora.