El vocero Manuel Adorni anunció este viernes el inicio del proceso de privatización de la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) a partir de la transferencia del 90 por ciento de las acciones. El restante 10 queda en manos de trabajadores.

“El Gobierno inició el proceso para comenzar con la privatización de AySA. Se incorporará capital privado mediante la transferencia del 90% de las acciones de la empresa“, precisó el funcionario en la conferencia de prensa.

Explicó que será a través de un esquema mixto licitación pública nacional e internacional para seleccionar a un “operador estratégico” y una oferta pública inicial “para abrir el capital de la empresa a otros inversores”.

Remarcó que se prevé la “permanencia de los empleados como accionistas de AySA dentro del programa de Propiedad Participada”, que representa el 10% de las acciones restante.

Aseguró que a partir de la reestatización, en 2006, la empresa requirió “aportes permanentes del Tesoro Nacional por 13.400 millones de dólares” hasta el 2023.

Además, planteó que hay “indicadores claves muestran que hubo un fuerte deterioro en la infraestructura de la empresa, aumento de los costos operativos (la dotación creció un 90%) y el nivel de morosidad alcanzo el 16% u cuando supo ser del 4% promedio”.

Detalló, asimismo, que la empresa gastó 4.800 millones de dólares durante la última gestión ultima gestión y “funcionó como plataforma de campaña”, ya que el 25% de las obras adjudicadas fueron para Tigre y Malvinas Argentinas, distritos de donde eran originarios quienes ocupaban la cúpula de la empresa.

También mencionó, como antecedente para la privatización, que la forma gastó 1.300 dólares en sponsores y en septiembre de 2023 se compraron las camionetas Kangoo “por un precio muy superior al precio de mercado”.

“Todo este proceso de privatización que se inicia hoy será regulado por la Comisión Nacional de Valores“, detalló Adorni, al tiempo que consideró que “permitirá modernizar el sector, mejorar el precio y la calidad del servicio”.