Una noche que debía ser de fiesta terminó en tragedia. El domingo en Villa Fiorito, un grupo de catorce jóvenes se dirigía en combi a celebrar el cumpleaños número 18 de uno de ellos, cuando el viaje fue interrumpido violentamente por una persecución policial de una camioneta robada. Como consecuencia, dos jóvenes pelean por su vida y los delincuentes continúan prófugos.

Según fuentes oficiales, una Volkswagen Amarok, robada y perseguida por la policía, impactó por detrás a la combi. El golpe fue lo suficientemente fuerte como para hacerla volcar sobre el asfalto y dejarla al borde del puente, junto al guardarraíl. El vehículo de mayor tamaño quedó con el frente completamente destruido.

Estella, madre del conductor del vehículo y del cumpleañero, relató a Lomas Conectado: “Mis hijos gracias a Dios están bien. Pero hay dos chicas en estado reservado. La Amarok choca de atrás a la combi, la cual es mía, mi hijo de 25 años manejaba, llevaba a mi otro hijo y sus compañeros a su fiesta”.

La Amarok, que era seguida por patrulleros, esquivaba autos en su intento de escapar. Terminó embistiendo a la combi y, acto seguido, sus ocupantes huyeron.

Un compañero de las victimas apuntó a la actuación policial: “Los policías presentes, todos armados con escopetas, permitieron que los ladrones escaparan”. Lo hicieron de manera insólita: mientras todos unían sus esfuerzos para socorrer a los jóvenes heridos, los ladrones escaparon del lugar. Desde entonces, permanecen prófugos.

El operativo de emergencia incluyó la llegada de bomberos de Lomas de Zamora, ambulancias del SAME, personal de Tránsito y efectivos policiales. Se cortó el suministro eléctrico de los vehículos involucrados y se controló una fuga de combustible. Sin embargo, no todo funcionó como debería. Aunque inicialmente se informó que había cinco ambulancias, el estudiante aseguró que solo llegaron dos.

Esa carencia obligó a varios de los jóvenes —algunos con heridas graves— a caminar hasta la Unidad de Pronta Atención (UPA), ubicada a escasos 100 metros.