La familia de una mujer de 58 años fallecida días pasados denunció públicamente que la Clínica Espora de Adrogué desatendió a la mujer, la medicó de forma incorrecta, maltrató a sus familiares y le negó atención inmediata a pesar de la sospecha -luego confirmada- de haber sufrido un Accidente Cerebro Vascular (ACV). «La medicaron mal y la dejaron morir», denunció su hijo a este medio. “Cuando fui a hacer el descargo vino a hablar el jefe de personal y me dijo que no les están pagando el sueldo. Todos se agarran con el tema de que no les pagan, pero no es una excusa suficiente para dejar morir a una persona. O lo que fuese o sea, a mí hoy nadie me la va devolver a mi mamá pero hay mucha gente que está en peligro», advierte Leonardo, el hijo de Graciela Zieger.

«Mi mamá amaneció como siempre, sin problemas, estaba hablando con mi hermana, de repente empezó a balbucear, me llama, voy a la pieza y estaba sin fuerza y balbuceaba. Lo único que decía era sí, no, todo bien, entonces le digo, bueno, esto es un ACV, llamemos a la ambulancia. Yo tenía miedo de cargarla en el auto y que se me descompense», narra Leonardo. Así comenzó un periplo que terminó con su madre fallecida.

El servicio de ambulancia llegó una hora después del llamado, con un médico que «desde el umbral de la puerta», sin acercarse a la paciente le dijo «mamita, respóndame», cuenta el hijo de Graciela Zieger. «Nunca se acercó a atenderla y me dijo que estaba sufriendo un pico de glucosa. Le dije discúlpeme, pero sin estudiar medicina le puedo asegurar que eso es un ACV. Terminó bajando el chofer de la ambulancia y él fue quien le tomó la presión y el pulso y nunca se acercó el médico a revisarla, ni atenderla, ni nada por el estilo. Lo único por lo que estaba preocupado era por pedir el documento y si teníamos obra social. Nos dijo que llamáramos a la clínica Espora».

«Tanto el médico como el chofer se negaron a bajarla de su habitación a mi mamá y a ponerla en la camilla porque decían que la camilla no pasaba por la puerta. El médico me empezó a criticar la distribución de la casa, decía que la habitación no estaba preparada para una persona con ACV. No se edificó pensando en que alguien podía sufrir un ACV o un infarto o lo que fuese», narra Leonardo. «Se negaron a sacarla de la casa porque ambas personas del personal de salud dijeron que tenía una lumbalgia que por eso no la podían levantar. Así que mandaron a llamar a los bomberos.» Y acá empieza otro problema para la familia: los bomberos también debatían cómo la iban a sacar y «ya llevábamos más de dos horas».

«Un bombero me dijo que si no me callaba me iba a romper la ventana y la iban a sacar por la ventana, le dije que lo hiciera pero que la saquen. Me destrozaron media casa los bomberos de Claypole porque me tiraron la puerta de la pieza abajo, me dieron vuelta el mueble, me tiraron la tele de la habitación, me patearon todo abajo, la silla, las mesas, el colchón del perro; todo lo que había en el camino ellos pateaban porque supuestamente todo molestaba. Te puedo asegurar que no era así e incluso lo que podía llegar a molestar lo corrimos».

«El médico de SAME hizo abandono de persona porque estaba enojado y se fue a la vereda. Le tuve que pedir al bombero que traben la silla de ruedas con el pie y yo levantar a mi mamá, porque a ellos no se les caía una idea. La tuve que bajar yo por la escalera, con el otro bombero que me tenía en la silla, porque a todos les dolía la cintura. El personal de bomberos, lamentable. Mirá que he colaborado toda mi vida con bomberos voluntarios, pero fue un desastre lo que hicieron. Después de dos horas y media logramos que la trasladen a la clínica Espora».

“Cuando llegamos a la clínica ellos dieron alerta que venían con un paciente con código rojo. Lo primero que hicieron en la clínica fue que mi hermana vaya a hacer la fila para pagar la consulta de la guardia. Tenía 15 personas adelante, así que lo único positivo que hizo el médico del SAME, fue decirle ´te estoy diciendo que estoy con un código rojo, ya la tenemos que atender a la señora´, así que le dijeron, bueno, entonces que pase primero a pagar, un bono de 2.500 pesos. Así que bueno, esos 15 a 20 minutos que se perdieron, mi mamá estaba tirada en la puerta de la guardia sin que nadie la atienda. Después que pagó los 2.500 pesos, abrieron la puerta la metieron adentro, la dejaron ahí tirada con el oxígeno que le puso el del SAME y  nunca más la atendieron”, dice Leonardo.

Leonardo y su familia insistían para que atiendan a su madre, pero se negaban sistemáticamente: “El médico de la clínica también se negó a atenderla diciendo que nadie avisó que venían, que cómo van a venir con una urgencia sin avisar. Justamente una urgencia es algo imprevisto. Se negó, la jefa de internación también se negó a atenderla y dijeron que no había camas, que iban a trasladarla a otro lado. Llegó el encargado de terapia intensiva y dijo bueno la paciente ya está acá la voy a atender. Eso luego del pedido de mi hermana porque lo reconoció al médico y nos dieron las órdenes para hacer análisis de sangre, tomografía y el pedido de internación. La empleada de laboratorio fue la única persona en toda la clínica que accedió a hacer las cosas, porque nos dieron las órdenes sin sello y ella dijo que aceptaba igual esa orden.”

En la clínica el maltrato siguió: «Un camillero me dijo callate, salame», cuando yo insistía en que la tiendan y un médico de nacionalidad colombiana se negó a atenderla: la dejaron tirada en una silla de plástico sin prestarle ninguna atención. El de seguridad se sumó a ellos, haciéndome burla».

“Me peleé con la jefa de internación cuando le recordé que tienen camas encanutadas entre el segundo y el tercer piso y te dicen que no tienen habitación disponible. Una vez que le dije eso decidió accionar y la internaron”, cuenta Leonardo.

En cada paso, la paciente y su familia encontraban el destrato y la mala voluntad de los empleados. “Una vez la trasladaron a la sección de Tomografía, un camillero le preguntó a mi hermana ¿me das autorización para entubarla? El camillero la quería entubar. Una doctora dijo, ¿cómo la van a entubar para hacer un estudio? Decían que porque se estaba moviendo. Entonces se dio vuelta al camillero y le dijo de nuevo, ya me tenés que decir ¿la entubo o no? si no la dejamos acá y se te va a morir entonces bueno, le pedí Y hablaba con un médico, la volvieron a traer, una hora después salió el médico a decirme que ellos tenían la sospecha que estaba sufriendo un ACV y que había tenido un infarto. Que si no la entubaban, había riesgo de un paro respiratorio y que se podía morir ahí en el momento. A lo que bueno, ahí accedimos entre los tres, le dijimos obviamente que sí, pero no entendíamos por qué habían tardado tanto. Ya habían pasado 5 horas y media de que se dio el episodio en mi casa”.

Luego de cambios de horarios respecto de cuándo iban a hacerle la tomografía, “nos dijeron que se le iban hacia las 4 de la tarde, sin explicación alguna, se la terminaron haciendo a las 9 de la noche y me aseguraron que no había ACV y que no había daños. Al otro día fuimos a buscar parte médico. Ella venía con una evolución positiva, los indicios eran buenos, nos dijo incluso el médico que con este panorama, o sea, si bien la situación era crítica el panorama era alentador en salir adelante. A la noche me dan el resultado oficial de la tomografía donde se confirma que sí tuvo un ACV que le afectó todo el lado izquierdo.”

“Cuando fuimos al otro día, 10 minutos antes del horario del parte, me llaman, sale el médico, y me dice, bueno el panorama está complicado, porque su familiar sufrió un paro cardiorespiratorio, pero logramos reanimarla entonces bueno, pasás de la preocupación a la ilusión me dice, la logramos reanimar y atrás me dice “pero se nos fue, su familiar murió” o sea, cero tacto. Le pregunté quién se iba a hacer cargo de todo lo que tardaron en demorarla y el médico me dijo ´a mí no me interesa tomá las medidas legales que tengas que tomar. Yo vine acá, a mí me lo dieron así a la paciente y esto es lo que sucedió”.

Unos 20 días antes de sufrir este episodio, Graciela había estado internada porque tuvo una trombosis. “El médico que la atendió cuando ella tuvo la trombosis, le dio anticoagulantes en la clínica, él es el que la medicó y cuando le pregunté me dijo, el medicamento justamente previene un ACV o un infarto. Entonces si ella tuvo los dos en simultáneo y cuando tuvo eso se le terminó de ir la hinchazón en la pierna y todo, es porque estaba mal medicada. O sea, si la medicación prevenía eso y cuando a ella le agarra todo eso se desprendió todo lo de la pierna, entonces hay una mala medicación.”