La Policía Federal desarticuló una red delictiva que hackeaba cuentas digitales y lavaba activos. En el operativo, hubo allanamientos en las provincias de Buenos Aires (algunos en la zona sur del Conurbano), Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Once detenidos.
En las pesquisas, los efectivos identificaron a los integrantes de la banda que operaban coordinadamente desde las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y Córdoba. El objetivo era utilizar sus conocimientos para brindar información reservada, concretar extorsiones y desarrollar maniobras de lavado de activos.
La Justicia ordenó 22 allanamientos en viviendas de localidades de Libertad, Merlo, Berazategui, El Jagüel (Esteban Echeverría), Moreno, Tigre, Nordelta, Berisso, Marcos Paz, Temperley (Lomas de Zamora), Ezpeleta, Virrey del Pino, Olavarría, Mar del Plata y en las provincias de Córdoba, Mendoza y Santa Fe.
Tras ello, 11 personas (diez hombres y una mujer) quedaron detenidas. Además, se secuestró gran cantidad de teléfonos celulares, pesos argentinos, dólares norteamericanos, euros, pesos colombianos, pesos mexicanos, guaraníes paraguayos, libras esterlinas, vehículos, tarjetas, computadoras y más de dos kilogramos de marihuana.
La investigación
Comenzó el 10 de marzo, cuando el Departamento Inteligencia Contra el Crimen Organizado (DICCO) detectó que en una plataforma de mensajería instantánea se perpetraban acciones que infringían la seguridad informática.
Descubrieron un sistema denominado “Sherlock Alerts”, el cual consiste en la funcionalidad de un “bot” que automáticamente interactúa con usuarios a través de palabras clave para obtener una información personal extraída de bases de datos externas, previamente vulneradas mediante accesos no autorizados a sistemas gubernamentales.
A partir de dicha averiguación, los funcionarios constataron que detrás de aquel ardid convivía una organización compuesta por un gran número de ciberdelincuentes que se dedicaban explícitamente a comercializar el “bot”. La banda, que se cobijaba en los parámetros de confidencialidad que presentaba aquella aplicación, operaba por medio de un grupo llamado “Dictadores”.
La banda
Dentro de la banda había administradores y líderes de canales, desarrolladores y vendedores de herramientas automatizadas (el “bot”) para el acceso a datos sensibles, mientras algunos eran netamente operadores técnicos que dominaban diferentes segmentos del ciber-crimen.
Paralelamente, se identificó al creador de la herramienta “Sherlock”: un sujeto que se desenvolvía bajo el alias de “Treenix”. También se registró al fundador del grupo “Dictadores” y de otra comunidad ligada a la causa que hacía llamarse “Sherlock Group”.
Asimismo, los sujetos contaban con un sello distintivo, el cual radicaba en la colaboración sistemática: los mismos compartían recursos, información y prestaban asistencia; inclusive organizando eventos a los fines de hackear objetivos.
En ese contexto, los federales detectaron accesos a reconocidas bases de datos gubernamentales y de empresas privadas, tras robar previamente usuarios y contraseñas.
Los delitos
Se dedicaban a la comercialización de información personal y sensible de entidades privadas y públicas, ofrecimiento de servicios de intrusión y manipulación de registros oficiales, generación de recetas médicas falsas.
También realizaban la alteración de datos en organismos públicos y bases privadas, conformación de sitios web con la finalidad de capturar datos de tarjetas de crédito o débito para realizar compras y transferencias fraudulentas.
Asimismo, se identificó el delito de “grooming”, con fines patrimoniales y no sexuales. Respecto a ello, el agresor intentaba ganarse la confianza del menor para obtener acceso a sus cuentas bancarias, tarjetas, correos electrónicos y perfiles en plataformas de juegos en línea.
Según lo registrado por los detectives, se estableció una acción que hasta el momento no había sido detectada en nuestro país: los ciberdelincuentes sacaban provecho de personas de bajos recursos, a quienes les ofrecían la compra de cuentas en diferentes plataformas, para ser usadas en el mercado legal.










