La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner denunció en sus redes sociales lo que calificó como una “persecución política con métodos propios de las dictaduras” en el marco de la causa Cuadernos. Según sostuvo, varios de los testigos que declararon como “arrepentidos” fueron sometidos a condiciones de detención inhumanas, en un intento por forzar declaraciones en su contra y en contra de otros exfuncionarios kirchneristas.
“Ya lo habíamos dicho: en esta opereta judicial de los Cuadernos truchos, a los llamados ‘arrepentidos’ habría que llamarlos ‘extorsionados’. Y la verdad… nos quedamos cortos. Porque ahora vemos que algunos de estos ‘extorsionados’ directamente fueron torturados”, escribió la exmandataria.
Cristina detalló que uno de los empresarios detenidos estuvo “aislado en una celda sin ventanas, bajo un reflector encendido las 24 horas del día y filmado constantemente”. “Esa combinación de luz perpetua, vigilancia y soledad no es un exceso administrativo: es lo que llaman tortura blanca, diseñada para quebrar la mente sin dejar marcas visibles”, agregó.
La dirigente citó además al abogado Roberto Herrera, defensor de uno de los “arrepentidos”, quien aseguró que su cliente estuvo “casi 30 días en aislamiento total, con un reflector encendido todo el tiempo, sin saber si era de día o de noche y sin contacto humano”. “Eso lo dijo en TN, no en un canal ‘kuka’”, enfatizó Cristina Kirchner, subrayando que el testimonio fue difundido por un medio crítico al kirchnerismo.
En su publicación, la expresidenta responsabilizó directamente al fiscal Carlos Stornelli, a quien acusó de haber “extorsionado y torturado” a acusados para forzar sus declaraciones. Recordó además que el fiscal fue procesado por asociación ilícita en una causa de extorsión a un empresario y por haber instalado una cámara oculta a un abogado defensor, aunque —según indicó— fue “salvado por la Corte de los Tres”.
“Esto ya no es lawfare, es persecución política con métodos propios de las dictaduras. Niveles de coacción contra ciudadanos nunca vistos en democracia”, insistió. Y agregó: “Todo amparado por el bestiario judicial del macrismo: jueces y fiscales al servicio del poder económico, listos siempre para perseguir a la oposición política real y garantizar la impunidad de los verdaderos delincuentes”.
Cristina también criticó el rumbo del gobierno de Javier Milei
Cristina Fernández también vinculó la reapertura del caso con la situación económica del país. “La reapertura acelerada de los Cuadernos truchos no tiene nada que ver con la Justicia. Es agenda judicial para la distracción: si no hay pan, que haya circo”, escribió, en alusión a la difusión de los índices de inflación y el contexto recesivo.
En esa línea, la exvicepresidenta recordó que el INDEC informó una inflación del 2,3% en octubre, cifra que —dijo— “viene creciendo” y que “si se anualiza, como hace Milei, es del 27,6%, más alta que la que dejamos en 2015”. “En ese momento, los salarios y las jubilaciones eran los más altos de América Latina, las provincias estaban financiadas, las rutas transitables y no le debíamos un solo dólar al Fondo Monetario”, remarcó.
La publicación concluye con duras críticas al gobierno de Javier Milei y a lo que definió como “colonialismo financiero”. “Bessent ya lo confesó: prestarle a Milei fue un gran negocio para Estados Unidos. No es economía, es colonialismo financiero con cómplices locales. Cuando el Estado se convierte en garante de negocios ajenos, eso no es inversión: es delito”, sentenció.










