México — Un nuevo descubrimiento de bolsas con restos humanos en diferentes puntos del país ha encendido nuevamente las alarmas sobre la crisis de violencia y desapariciones que vive México. En las últimas semanas, autoridades estatales y federales han confirmado la localización de decenas de bolsas que contienen cuerpos completos, restos fragmentados y osamentas, principalmente en zonas boscosas, barrancas y terrenos en proceso de urbanización.
UN PATRÓN QUE SE REPITE
De acuerdo con los primeros informes, los hallazgos presentan características similares a casos recientes: restos embolsados, distribuidos en áreas de difícil acceso, y localizados gracias a denuncias ciudadanas, obras de construcción o recorridos de colectivos de búsqueda.
Los grupos de familiares de personas desaparecidas fueron, una vez más, fundamentales en la localización de los puntos sospechosos. En distintas entidades denunciaron que las autoridades tardaron en responder, lo que obligó a los colectivos a iniciar exploraciones preliminares.
AVANCE LENTO EN IDENTIFICACIÓN
El proceso para identificar los restos continúa siendo uno de los principales obstáculos. Servicios forenses estatales reconocen que la cantidad de bolsas y el estado de los fragmentos complican las tareas. El rezago en análisis genéticos y la falta de personal especializado prolongan los tiempos de espera para las familias, algunas de las cuales llevan años buscando respuestas.
Organizaciones civiles han señalado que muchos de estos hallazgos reflejan el funcionamiento de redes criminales dedicadas al secuestro, desaparición y ocultamiento de cuerpos, un fenómeno que se ha vuelto recurrente en varios estados del país.
FAMILIARES EXIGEN VERDAD Y JUSTICIA
Tras los descubrimientos, familiares de desaparecidos realizaron manifestaciones pacíficas en diferentes ciudades, exigiendo:
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investigación inmediata y sin interferencias,
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aceleración de los procesos de identificación,
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apoyo psicológico y jurídico para las familias afectadas,
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y transparencia en la cadena de custodia de los restos hallados.
Los colectivos insistieron en que las autoridades deben reconocer la magnitud de la crisis y redoblar esfuerzos, especialmente ante el creciente número de fosas clandestinas registradas en los últimos años.
UNA CRISIS QUE NO CEDE
Expertos en seguridad y derechos humanos coinciden en que el hallazgo de bolsas con restos humanos no es un hecho aislado, sino parte de una problemática mayor que involucra desapariciones masivas, presencia del crimen organizado y debilidad institucional.
Mientras las investigaciones continúan, las familias esperan que estos hallazgos aporten respuestas sobre el paradero de sus seres queridos y, sobre todo, que se tomen medidas sostenidas para evitar que nuevos casos se sigan acumulando.










