«Lo vivo como un regalo, como un regalo de la vida, como un regalo de la música, como un regalo de la poesía de este país. de algún modo entiendo a la música, a la poesía y a la cultura nuestra como una entidad viva y desde algún lugar siento que incluso la música nuestra, la música argentina, la poesía argentina me están reconociendo», dice Hernán Lucero del reconocimiento que recibió este martes por parte de la legislatura porteña por su aporte al ritmo que ama: el tango.

En una charla que mantuvo con Brown On Line, Lucero, confiesa que «nunca soñé con un reconocimiento de este tipo ni en ningún otro, nunca soñé con vivir de la música, empecé a cantar, no sé muy bien por qué, creo que la música siempre estuvo conmigo, en realidad aquel pibe del barrio Horizonte de Claypole soñaba con jugar en la primera de Boca, esa es la verdad, no soñaba con subirse a los escenarios a cantar.»

En la secundaria armó sus primeras bandas de rock con las que tocó en Adrogué, Claypole, Calzada, Solano, Lomas. «Esto es mucho más de lo que yo soñé la música me ha dado hasta ahora mucho más de lo que yo soñé: me ha llevado a viajar por el mundo, me ha me ha abierto la puerta de la casa de algunos artistas que admiro desde pibe, me ha hecho amigo de gente que admiro muchísimo, muchísimo, así que esto es mucho más de lo que yo hubiera soñado. Estoy muy feliz», dice. Y no lo dice solo por él sino también por su familia, por sus padres, por sus hijos, por sus amigos, por su compañera de vida.

«Declarar a Hernán Lucero como Personalidad Destacada es, ante todo, un acto de justicia con nuestra identidad. Un artista que honra la tradición del tango y la proyecta al futuro con la voz de los porteños de hoy. Un orgullo impulsarlo desde la Legislatura.» Alejandro Grillo, legislador.

Esa alegría de Lucero se extenderá también a su presentación del 12 de diciembre en La Carbonera, un boliche que está en Carlos Calvo 299, esquina Balcarce, en el tanguero barrio de San Telmo, donde pondrá en escena un espectáculo donde el flamenco se cruza con el tango, con una artista española que vive hace 30 años en Holanda, María Robles, «cantadora y bailadora, de flamenco, de rumba flamenca para ser más específico, y que hace con el flamenco un poco lo que hago yo con el tango», la presenta Hernán. 

«A mí me gusta decir que el tango que yo hago no es un tango puro, es un tango mestizo, un tango que se mestiza por empezar con la música criolla, y también con el rock nacional. Bueno, María hace un poco eso con el flamenco también. Construye una estética muy, pero muy personal. A partir, diría yo, de aquella expresión joven del flamenco que empieza hace 40 años ya, en los años 80, con aquel disco «La leyenda del tiempo» de Camarón de la Isla a fines de los 70 y que devienen todo ese flamenco pop, Pata Negra, Loli Manuel, todas aquellas cosas. Bueno, mucho de eso se va a escuchar el 12 de diciembre en La Carbonera, cuando nos subamos a presentar este espectáculo que vamos a llevar el año que viene a Europa: Sevilla, Madrid, Barcelona, Roma, Utrecht (Holanda)», adelanta Lucero.

A pesar de los viajes, del reconocimiento de la ciudad del tango y del público, de sus más de 20 años de carrera, Lucero deja una frase final: «En algún lugar todavía soy un pibe del barrio Horizonte de Claypole, a mucha honra y con mucho amor lo digo por aquel barrio tan querido».