Nadie podía creer como un presidente de la república podía ser tan necio para no solo no reconocer la derrota, sino además festejarla como una victoria.
La oposición estaba que trinaba y se escucharon muchas voces criticando la postura de un hombre que representa a un partido que ya nos tiene acostumbrado a romper con los protocolos, si los mismos se considera como una acción de debilidad ; si no consiguen quorum tanto en Diputados como en Senadores, donde ya no tiene mayoría, piensa hacerlo a base de imponerse sin temblar, por medio de decretos, sin preocuparse que esta práctica viola la constitución.
Por otro lado, el acto de ayer a pesar que muchos critiquemos el «lanzamiento» de su gobierno, ya que hace dos años es presidente, se debe a los tremendos conflictos puertas adentro que tiene la alianza oficialista. No esta demás decir el cruce que hubo posPASO entre los Fernandez y la carta dura de su vice y el pedido de la cabeza del ministro de Economía. ¿acaso creemos que estas trenzadas se han terminado? Cristina lo ha demostrado siempre; nunca pone el cuerpo a la derrota, ella esta viendo que el panorama que se abre es incierto, y por las dudas ya abrió el paraguas por si hay división de poderes y hay que hacer la repartija como en todo divorcio. Es por esto que a pesar del acto triunfalista del domingo, ella no asistió. Está viendo que el hombre que puso con el dedo en la presidencia está buscando traicionarla. Busca quedarse con el poder y debilitar por completo su hegemonía y la de sus seguidores; La Cámpora.
No es casual que en el acto de ayer La Cámpora comandada por Máximo Kirchner haya llegado cerca del escenario una vez que el presidente se bajó del palco. No es tampoco casual que el hijo de la presidenta que hasta hace unos días tenía aspiraciones de comandar la presidencia del Partido justicialista, esta encontrando mas enemigos en las filas de los varones de la provincia. Y mucho menos casual, es que en el día de hoy en la reunión que mantuvo el jefe de estado con los intendentes agradeciendo el esfuerzo que hicieron por la remontada en las urnas en la provincia de Buenos Aires, el primogénito de Néstor no haya estado presente.
Hay una lucha interna sin cuartel y dejarla en evidencia a la opinión publica es letal para ambos. A él porque su plan de gobierno pende de un hilo en materia de seguridad y economía con la soplada de nuca del FMI, mientras que para Cristina, si el gobierno termina intempestivamente, le hace perder los superpoderes que hoy tiene para no afrontar temas judiciales. Sin dudas es un matrimonio por conveniencia.
El discurso duro grabado del domingo por Alberto Fernandez y la marcha de ayer tiene otros matices. Como se ha dicho hace casi 20 años atrás, cuando Eduardo Duhalde le hizo la venia a Néstor para que sea el candidato del PJ en el 2003, dándole el poder del aparato para pelear contra Menem. Duhalde lo vivió en carne propia la tricion, «el Delfín suele traicionar y busca hacerse su propio camino» y el patagónico a fuerza de carisma y otro tanto de negociaciones políticas, le robó el aparato al dos veces gobernador de Buenos Aires. El presidente se encuentra en estos momentos de tanta fragilidad buscando su propio sendero, nada es casual. Ayer no fue el relanzamiento de su gestión como presidente, fue mostrarle a Cristina y La Cámpora que el está armando su propio poder sin depender de ella. Esta jugada, la viene llevando a cabo desde que los gordos de la CGT, junto a los Moyano después de las PASO dijeron apoyar sin dudar al Presidente, una vez que se conoció la Carta de Cristina. Los varones gremialistas detestan a la expresidenta y ahora se lo hacen saber. Hoy la reunión con los intendentes, no fue sólo de agradecimiento por ponerse la pelea al hombro, sino para pagarles con la modificación para elecciones a intendentes de manera indefinida y ser dueños territoriales. De esta manera compra aliados.
Ya lo dijo en el acto de ayer, quiere internas dentro del Frente de Todos para el 2023, haciendo alusión a una indirecta para Cristina que con su dedocracia impuso los principales cargos dentro de la coalición gobernante. Lo que es mas aún, le marcó la cancha diciéndole que no es la dueña del Frente de Todos.