La empresa Bridgestone Argentina solicitó la extensión de su Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), inicialmente presentado ante el Ministerio de Capital Humano a mediados de 2024, y confirmó que reducirá su producción junto con la implementación de despidos.
La decisión responde al objetivo de ajustar la producción a la demanda prevista para 2025, un año que la compañía anticipa como “complejo”, asegurando al mismo tiempo el cumplimiento de sus compromisos comerciales vigentes, según lo expresado en un comunicado oficial.
“Bridgestone revisa periódicamente cada aspecto de su negocio para garantizar su sostenibilidad y competitividad, alineando las operaciones y posibles inversiones con las condiciones actuales del mercado. Tras una planificación detallada para mantener la viabilidad a largo plazo, la empresa ha decidido aplicar medidas de reducción de costos, lo que incluye la disminución de personal en áreas administrativas, comerciales y de manufactura en toda América”, señaló la compañía.
El reclamo de SUTNA
Aunque la firma, que actualmente emplea a 1.050 personas, no especificó una cifra exacta de despidos, el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna) denunció que la empresa pretende desvincular a 290 trabajadores de forma “irregular”.
El comunicado también resaltó que “el panorama del mercado sigue siendo desafiante y las proyecciones para 2025 resultan aún más complejas, lo que obliga a la empresa a ser realista sobre su situación actual y evaluar acciones para optimizar su estructura y replantear proyectos prioritarios”.
El conflicto laboral se remonta a julio de 2024, cuando Bridgestone presentó el PPC ante la Secretaría de Trabajo y otorgó una “licencia con goce de sueldo” durante una semana a los 1.550 empleados de su planta en Llavallol, partido de Lomas de Zamora. Posteriormente, en agosto, la empresa envió 452 telegramas de suspensión laboral, lo que desencadenó medidas gremiales de fuerza. Para finales de septiembre, la compañía paralizó por completo sus operaciones en el país.
Según fuentes del sector, la crisis se explica en parte por los elevados niveles de inventario acumulados debido a la caída en la demanda durante 2023, la cual no logró recuperarse al ritmo esperado. A esto se suman dificultades de competitividad que afectan las exportaciones y un aumento de las importaciones, especialmente con la devaluación del real brasileño, que compiten con la producción nacional.