El gobierno nacional dispuso el cierre definitivo del hogar Eva Perón de Burzaco, dónde actualmente viven 27 abuelas y abuelos, algunos de ellos de más de 90 años, que en los próximos días se quedarán sin el lugar en el cual residen desde hace más de 20 años en algunos casos. Se trata de personas mayores que necesitan una atención especial debido a las enfermedades que padecen. El lugar lleva 76 años abierto de forma ininterrumpida.

El cierre dispuesto por la Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia dependiente del Ministerio de Capital Humano -a cargo de Sandra Petovello- recae sobre el espacio fundado por la propia Eva Perón en 1948 y la razón esgrimida es que los edificios que lo componen no están aptos, algo negado por el plantel de trabajadores que asegura que «está habitable.»

De un plantel de casi 60 empleados que tenía, sufrieron una merma importante sobre la cual no hubo reposición: hoy quedan unos 40 trabajadoras y trabajadores (que viven en Brown y en la región) y podrían ser reubicados en distintas dependencias del estado nacional.

Las autoridades no le pusieron fecha al cierre pero ya comunicaron la decisión de cerrar el espacio al cual el gobierno nacional venía desatendiendo, sobre todo en el último año, pues no pagaba los servicios (gas, electricidad) y fueron los abuelos y abuelas residentes quienes brindaban sus jubilaciones y pensiones para que el espacio siguiera abierto.

El lugar es un predio de 32 hectáreas, donde hay un teatro, un comedor, más de 25 habitaciones, una capilla y un sector de cuidados especiales. Se trata de un edificio histórico fundado por el peronismo en 1948. Ya en tiempos de Mauricio Macri se lo puso en jaque al Hogar Eva Perón de Burzaco:

Un lugar histórico

La preocupación permanente de Evita por los ancianos hizo que escribiera y anunciara, el 28 de agosto de 1948, el “Decálogo de la Ancianidad”, una lista de derechos de las personas mayores que fueron incorporados luego en la Constitución en 1949: asistencia, vivienda, alimentación, vestido, cuidado de la salud física, cuidado de la salud moral, esparcimiento, trabajo, tranquilidad y respeto. Este decálogo fue la antesala de un cambio de paradigma porque rompió con la mirada asistencialista y reconocía a las personas mayores como sujetos de derechos.

Un mes y medio después de la presentación del Decálogo se inauguró el Hogar de Ancianos Coronel Perón, luego de que la Fundación Eva Perón adquiriera las instalaciones que pertenecían a la Sociedad de Beneficencia Alemana. Al momento de la apertura contaba con capacidad para alojar a 200 personas en tres pabellones con dormitorios, además de un pabellón médico con sala de atención, consultorios y 30 camas, cocina, comedor, un cine-teatro, biblioteca, peluquería, vestuarios y hasta una capilla. Se conserva la ficha del primer residente, que ingresó el 18 de enero de 1949: José Cubero Aranda, de 67 años, un español naturalizado argentino, soltero, que no tenía recursos y había sido vendedor de diarios.

No solamente el hogar, el gobierno nacional administrado por Milei dio de baja además el sitio web de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia y abandonó también las redes sociales del organismo.