El presidente Javier Milei convocó a un numeroso grupo de mandatarios provinciales a la Casa Rosada con un objetivo explícito: solicitar colaboración para acordar y aprobar en el Congreso los proyectos de reforma impositiva y laboral que impulsa el Gobierno. La cita busca alinear posiciones y ordenar un camino legislativo que requerirá acompañamiento fuera del oficialismo.
Por el Gobierno, asistirán, además del Presidente, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, el ministro de Economía Luis Caputo y el ministro del Interior Lisandro Catalán. La presencia de la primera línea del Ejecutivo apunta a despejar dudas técnicas y políticas sobre el alcance de las iniciativas.
Del lado de las provincias, fueron invitados, Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Raúl Jalil (Catamarca), Claudio Poggi (San Luis), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Hugo Passalacqua (Misiones), Gustavo Sáenz (Salta), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires).
Llamó la atención la confirmación del pampeano Sergio Ziliotto, de perfil cercano al kirchnerismo, aunque hasta el momento no fue invitado Axel Kicillof. Los gobernadores de Mendoza y Neuquén enviarán a sus vicegobernadores.
Sesiones extraordinarias y cálculo político
La reunión se realiza tras el reciente respaldo electoral del 26 de octubre y busca capitalizar ese impulso en el arranque del nuevo mapa institucional. El Ejecutivo planea tratar las reformas en sesiones extraordinarias a comienzos del próximo año, cuando ya esté operativa la nueva y más favorable conformación del Congreso.
Con ese escenario, el oficialismo admite que necesitará votos de legisladores provinciales y de espacios no alineados, dado que no espera el aval del peronismo kirchnerista. El encuentro en Balcarce 50 aparece, así, como un primer termómetro para medir posibilidades de acuerdos.
Por ahora, los proyectos no están redactados. Según informaron en la antesala, se elaborarán una vez que el “Consejo de Mayo” —un espacio de diálogo tripartito— presente su informe final, previsto para mediados de diciembre. Ese documento servirá de insumo para los borradores que el Ejecutivo pretende girar al Parlamento.
Reformas en carpeta y posiciones en juego
Entre los mandatarios provinciales, la reforma impositiva despierta particular interés, atento al impacto que pueda tener en las finanzas locales. En paralelo, la reforma laboral ya generó tensiones con la central obrera. “Nos opondremos a cualquier pérdida de derechos”, advirtió la CGT, que anticipó una postura crítica ante cambios que considere regresivos.
El Gobierno busca, en ese marco, una mesa de coordinación política que permita encauzar el debate en diputados y senadores. La presencia de Francos, Caputo y Catalán procura, además, un canal de trato directo para cuestiones técnicas que puedan surgir en el diseño final de los textos.
Próximos pasos
En la agenda inmediata, al día siguiente de esta reunión el presidente Milei tiene previsto un encuentro con el ex mandatario Mauricio Macri. La secuencia sugiere continuidad en el diálogo político mientras se define el contenido de las reformas y el trámite parlamentario.
De aquí a mediados de diciembre, el foco estará puesto en el informe del “Consejo de Mayo” y en la redacción de los proyectos. Luego, con el llamado a extraordinarias a comienzos del próximo año, el oficialismo buscará ordenar mayorías con el apoyo de gobernadores y bloques provinciales, en un escenario donde la postura de la CGT y la negativa del peronismo kirchnerista se perfilan como variables centrales del debate.
 
		 
	









